"Chicos sensuales y chicas de aspecto masculino - muy americanos, aunque alguno sea alemán -. Colorete, cremas, tez cetrina, pecas, imperfecciones, el vello del brazo de una chica. El color de las cosas. Los tonos de castaño en el pelo de un chico. Piel. Estas son algunas de las cosas que se advierten en las fotografías de Collier Schorr. Junt a a esto, el sencillo modo en que esquivan y destruyen los géneros fotográficos, una serie de negaciones. No son fotografías de moda, ni documentos, ni instantáneas. Carecen abiertamente de teatralidad y a la vez son completamente artificiales. Y aunque no son pornográficas de una manera explícita, su cámara tiene un carácter invasor, depredador. "Helen Molesworth, Conspiradores
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