"Mi trabajo se basa en la representación del cuerpo. En el medio fotográfico, esta representación consiste en la construcción de gestos expresivos que puedan funcionar como problemas. "La esencia debe mostrarse", dice Hegel, y en el cuerpo representado aparece como un gesto que sabe que es apariencia.
"Gesto" significa una pose o acción que proyecta su significado como un signo convencionalizado. Esta definición se aplica normalmente a los gestos plenamente conscientes, dramáticos, con los que identificamos el arte de periodos precedentes, particularmente el barroco, la edad de oro del drama pictórico.
El arte moderno ha abandonado necesariamente estos gestos teatrales, ya que los cuerpos que realizaban tales gestos no tuvieron que vivir en las ciudades mecanizadas que surgieron de la cultura del barroco. Dichos cuerpos no estaban unidos a máquinas, ni eran reemplazados por ellas en la división del trabajo, y por eso no las temían. Así, desde nuestro punto de vista, los cuerpos expresan felicidad incluso cuando sufren. En la modernidad, la ceremonialidad, la energía y la sensualidad de los gestos del arte barroco se ven reemplazados por movimientos mecanicistas, acciones reflejas, involuntarias, respuestas convulsivas.
Reducidas al nivel de emisiones de energía biomecánica o bioelectrónica, estas acciones no son realmente "gestos" en el sentido que ha desarrollado la estética tradicional.
Físicamente son más pequeñas que la del arte anterior, más condensadas, más mezquinas, más rígidas, más violentas.
Su pequeñez, no obstante, se corresponde con nuestros crecientes medios de amplificación a la hora de realizar y mostrar imágenes. Lo fotografía todo en un perpétuo primer plano y lo proyecto con un continuo estallido de luz, aumentándolo de nuevo, por encima y más llá de su mera ampliación fotográfica. Las pequeñas acciones contraídas, los movimientos corporales involuntariamente expresivos que condujeron tan satisfactoriamente a la fotografía, son el remanente de la antigua idea del gesto corpóreo en nuestra vida cotidiana, la forma pictórica de conciencia histórica. Probablemente, esta doble amplificación de lo que se ha convertido en pequeño y precario, de lo que aparentemente se ha perdido su significado, puede levantar un tanto el velo de la objetiva miseria de la sociedad y de la catastrófica actuación de su teoría del valor-trabajo. El gesto crea verdad en el proceso dialéctico de ser para otro; en imágenes, ser para un ojo. Me imagino ese ojo ´como un ojo que trabaja y desea con el fin de, simultáneamente, experimentar felicidad y conocer la verdad acerca de lo social."
Jeff Wall, "Gestus" (1984)
1 comentario:
Qué causalidad, justo ayer vi un documental de Jeff Wall en Film and Arts, lo juro.
Muy croso, me puse en campaña para conseguir algunos libros de él.
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